El nombre puede dar a indicar que en OKSofás no hay nada más que sofás. Para nada, aparte de colchones, somieres y canapés tienen unas butacas que da gloria verlas. Os voy a contar cómo me he hecho con este par de preciosidades para mi hogar.
La verdad es que tengo mi casa totalmente a mi gusto. Cualquier podría entrar y decir que no necesitaría mucho más para decorarla. Sin embargo, soy un total, completo y apasionado fan de la lectura, por lo que siempre he sentido que faltaba un lugar especial para poder disfrutar de un libro. Más aún cuando mi butaca de cabecera decidió pasar a mejor vida.
Después de preguntarles, varios de mis compañeros de trabajo me recomendaron OKSofás. ¿Sofás? Si lo que yo necesito es una butaca. Una búsqueda rápida por la red me hizo ver que también incluyen butacas en su catálogo.
Así pues me dirigí al establecimiento más cercano, en este caso en Martorell, para ver el producto in situ. Allí fui atendido por Pau, un tendero que me comentó los pros y contras de cada modelo. Tras probar unos cuantos, vi que este modelo era el que más cómodo me parecía, ideal para mis largas sesiones lectoras. Tras hablar con Pau y dar el visto bueno para realizar el pedido, me di cuenta de que era mucho más barato de lo que pensaba, por lo que me animé a pedir un segundo. Pau me informó que, aproximadamente, en poco más de un mes tendría las butacas en mi casa.
En efecto, treinta días después pude disfrutar ya de mi pareja de butacas en mi hogar. Escribo desde mi butaca para dar mi punto de vista (positivo) del trato de OKSofás.