¡¡Buenos días!! Quiero dejar constancia de mi visita a Galdakao de hace unas semanas, voy haciendo escapadas por toda la península buscando rincones inhóspitos y pueblos que me provoquen sensaciones especiales. Visité el País Vasco (Provincia que me faltaba por visitar), el 3er día de mi estancia en el País Vasco, de camino a Galdakao, paré a repostar a una gasolinera y justo al lado había una tienda de sofás. Para estirar un poco las piernas, decidí acercarme a ver el producto que tenían. fui a visitar Galdakao, y cómo no! Visitando comercios de todo tipo, una de mis pasiones. Resulta que entre en una tienda de sofás, que!, por lo visto tiene tiendas por toda España. Y entré porque vi en el escaparate un sofá que me entro por los “ojitos”, de lo bonito que era, así que entré. Resulta que después de informarme (que por cierto!, la vendedora, Mar se llamaba si no me falla la memoria! Muy agradable.), me comento que si me gustaba, no habría problema en enviármelo a Barcelona ya que envían a toda la península. Así que no lo pensé, compré el sofá y a pesar que tardaron un par de días más de lo previsto, encantada con la compra y un gran recuerdo de Galdakao.
La tienda me sorprendió muy gratamente, porque aseguro, que entre toda la variedad que tienen, encuentras tu sofá. Puedes encontrar desde los más modernos, hasta los más clásicos o minimalistas.
El sofá que compré, fue el modelo Randal, porque tiene una tela muy amorosa, cojines para tumbarte, son de líneas rectas y con miles de combinaciones ya que cada asiento es extraíble.
Os cuento mi historia porque es una de mis salidas más agradables que he hecho en lo que llevamos de año, además que el País Vasco es una de las provincias más bonitas de España (Eso va a gustos, este es el mío personal) Y aquí os dejo mi historia.
Historias OK
Cada sofá tiene su propia historia